Claudio Roditi, el gran trompetista que unió el hard bop con el jazz latino

Se cumplen 75 años del nacimiento del artista brasileño,  dueño de un estilo único y con una majestuosa trayectoria, tanto como solista como músico de conjunto.

En esta nueva efeméride, Jazz and Cash rinde homenaje a Claudio Roditi, trompetista nacido el 28 de mayo de 1946 en Brasil y cuyo sonido brillante fusionaba el hard bop con los sabores del jazz de su tierra natal. A los 73 años, murió el 18 de enero de 2020 a causa de un cáncer de próstata en su casa en South Orange, Nueva Jersey.

Roditi era a menudo una presencia ardiente en el quiosco de música, habiendo dominado el lenguaje de la trompeta de jazz posterior a la Segunda Guerra Mundial; todos, desde Clifford Brown hasta Woody Shaw, dieron a conocer su presencia en su forma de tocar. Sin embargo, también era capaz de un tono sobrenaturalmente suave que podía suavizar su ferocidad o ahondar maravillosamente en una tierna balada. Rítmicamente, era insuperable, y además de bop y samba era experto en ritmos afrocubanos. Esto lo convirtió en un colaborador ideal para artistas como Charlie Rouse, Herbie Mann, Paquito D’Rivera e, inevitablemente, Dizzy Gillespie, en cuya United Nation Orchestra Roditi tocó durante los últimos años del ícono del bebop.

La calidez de su interpretación fue acompañada por una cálida personalidad. Era famoso por su jovialidad y siempre estaba listo con una sonrisa y una carcajada. "¡A Claudio le encantaba reír!" Park dijo en su declaración. "Él siempre vio el humor en las situaciones, y con frecuencia nos reímos de una cosa u otra".

Roditi era una especie de cartel para los trompetistas pasados ​​por alto; El escritor Scott Yanow se refirió a él como "el Kenny Dorham de la década de 1990". En parte, esto podría atribuirse a su generosidad en el quiosco de música. No evitó ser el centro de atención, pero prefirió compartirlo con un compañero musical inspirado o inspirador.

La familia se mudó regularmente a lugares alrededor del país, debido a la posición de Alberto en la industria brasileña del café. El joven Claudio se sintió atraído primero por el ritmo, comenzando como un niño con bongos y luego moviéndose al piano. Pronto quedó cautivado por la trompeta, antes de que hubiera intentado tocarla; su padre trajo a casa el primero, solo para que lo destrozara en una rabieta cuando no pudo hacerlo funcionar.

Alberto Roditi murió en 1959 y la familia se instaló definitivamente poco después en Río de Janeiro. Claudio comenzó a explorar el jazz a instancias de un tío estadounidense con una importante colección de discos. Esto coincidió con el boom de la bossa nova en Estados Unidos y Brasil, y pudo estudiar jazz con una de las estrellas emergentes de Río de la época, el saxofonista Aurino Ferreira. En 1966, Roditi, de 20 años, había madurado lo suficiente como para llegar a la final del Concurso Internacional de Jazz en Viena, Austria, donde conoció a su futuro mentor Art Farmer.

Aceptado en 1970 en el Berklee College of Music de Boston, Roditi emigró a los Estados Unidos ese año. En 1976 estuvo en la ciudad de Nueva York, donde rápidamente llamó la atención en la escena del jazz. Comenzó a trabajar con el saxofonista tenor Charlie Rouse, el flautista Herbie Mann y luego con el clarinetista Paquito D'Rivera, con quien pasó la mayor parte de la década de 1980 (comenzando en el trombón de válvulas pero finalmente desarrollando una predilección por la trompeta de válvulas rotativas, con la que se asoció ).

D’Rivera presentó a Roditi a su propio mentor, la leyenda de la trompeta Dizzy Gillespie. Impresionado con su sonido, Gillespie reclutó a Roditi en su United Nation Orchestra en 1989. Continuó trabajando con el gran conjunto hasta la muerte de Gillespie en 1993, apareciendo también en los conciertos de 1992 que formarían el último álbum de Gillespie, To Diz With Love. Tras el fallecimiento de Gillespie, Roditi se convirtió en miembro del grupo tributo Dizzy Gillespie Alumni All-Star Big Band, con el que continuó trabajando durante el resto de su carrera. También fue una presencia frecuente en la banda estelar del trombonista Slide Hampton, los Jazz Masters.

Sin embargo, Roditi no era solo un acompañante. Lanzó su propio primer álbum, Red on Red, en 1984; fue la primera de 25 grabaciones realizadas bajo su liderazgo o codirección. Sus álbumes contenían frecuentemente una mezcla de jazz basado en el bop y tradiciones brasileñas (y otras afrocaribeñas), incluyendo cada vez más sus propias composiciones originales. A partir de la década de 2000, Roditi trabajó de manera constante en un trío sin batería con el pianista alemán Klaus Ignatzek y el bajista belga Jean-Louis Rassinfosse, revelando una notable capacidad de sutileza que no se ve a menudo en sus grandes actuaciones en conjunto.

En 2017, Roditi recibió su diagnóstico de cáncer; antes de que se pudiera extirpar el tumor inicial, había hecho metástasis en el pulmón y los ganglios linfáticos. La cuenta de GoFundMe de John Lee recaudó casi $ 100,000 para ayudar con sus gastos médicos. Sin embargo, antes de su fallecimiento, la esposa de Roditi, Park, dijo que había dejado de "luchar" contra el cáncer, "lo aceptó y sintió que era más como algo con lo que estaba tratando de vivir".

Su última aparición grabada fue en el lanzamiento de DIVA Jazz Orchestra de 2019 DIVA + the Boys. Según Park, Roditi había pasado tiempo en sus últimos días escuchando el álbum.

"Entonces, ¿cómo nos las arreglaremos sin él?" Park escribió. “Yo diría que el cien por cien de Claudio Roditi está en cada pieza de su música. Pon un CD, recuéstate y escucha: él está allí, su hermoso espíritu está allí y seguramente te hará sonreír en algún momento".

Fuente: Jazz Times