Enrique Norris, un singular músico querido y respetado por todas las generaciones del jazz argentino

Falleció Enrique Norris, elogiado y reconocido entre sus colegas como uno de los más creativos y originales músicos de jazz del país, tanto en corneta como en piano.

Nacido en Río Cuarto, lideró sus propios proyectos Kuntu Ngoma, NGG Jazz Trío, Enrique Norris Jazz Cuarteto, Cacerola, Trío MES, Norris-Taveira Dúo, Norris Trío y otros.
Además de participar en gran cantidad de discos, editó los suyos con sus distintas formaciones: Trabajos x 2 y x 5, Cacerola (Norris-Lazo-Ferrera), No sabía que era posible (Trío MES, con Mariano Otero y Sergio Verdinelli), Atención: no dañar (Trío MES), Logomaquia (piano solo), Déjame hablar (piano solo), ¿Qué estoy haciendo? (Norris-Taveira Dúo), Tres maneras de pensar sin parar (Norris Trío, con Cristian Bórtoli y Pablo Díaz).

Su fallecimiento provocó la tristeza y lindos recuerdos de varios músicos argentinos:

Guillermo Bazzola señaló: “Una graciosa de Enrique Norris: estábamos él, Ernesto Jodos y yo preparando lo que sería un seminario de improvisación y composición que dimos en octubre de 2001. Ernesto, que es el más serio de todos, dice:

- Para organizar mejor la tarea deberíamos conocer el nivel de los alumnos y separarlos en A, B y C.

Yo agrego:

- Claro, "A" es alto y "B" es bajo, pero ¿qué es "C"?

Enrique hace una pausa y dice:

- Catastrófico

Las fotos son de la última vez que estuve con él, en 2018, en Virasoro Bar junto a Carto Brandan y Ramiro Penovi

Diversión y buena música asegurada. Así se te recordará siempre, querido amigo”.

Por su parte, Barbie Martínez dijo: “Se fue uno de los músicos y seres humanos más originales y maravillosos que conocí, aquel que tanto inspiraba con su música, su lucidez y su forma de ser”.

“Me encantaba escucharlo hablar y sacarle cualquier tema porque cada respuesta era un aprendizaje.
Siempre voy a recordar su mirada noble, profunda, observadora, genial y su trato amable, cálido, humilde y generoso. Gracias por los momentos compartidos y por haber tocado con tanta magia en mi tercer disco llevándonos a todos a otro planeta”.

Por su parte, Carlos Lastra, amigo y compañero, escribió:

Se nos fue Enrique.

Se nos fue esa persona que, sin proponérselo, nos abrió una ventana a otras formas de mirar, de sentir, de decir.

Ese que vivió por fuera, el que transitaba periferias, el inventor de reglas.

Se nos fue Enrique, mi querido Enrique.

Oscar Wilde decía que uno debería ser siempre un poco improbable y Enrique, el que se nos fue anoche como en una serena renuncia, era la persona más improbable que jamás conoceré.

Sí, se nos fue nuestro querido Enrique.

Se fue el mejor de nuestra generación.

Se fue el mejor de todos nosotros.

Será hasta que nos volvamos a encontrar

Pero la mejor manera de recordarlo es a través de su música: