Gracias

Muchas Gracias.

Es lo primero que tengo para expresarles a quienes participaron en forma digital de la primera edición del concurso de Jazz & Cash que buscó premiar a los músicos del circuito local en este contexto tan complejo para la música en particular y el país en general por la pandemia.

Sé que es difícil elegir a un par de personas cuando hay tantos talentos en la escena local, así que se valora el gesto.

El segundo agradecimiento es para los premiados: en primer lugar a los cuatro ganadores: Delfina Oliver, Yamile Burich, Mariano Loiácono y Sebastián Loiácono; en segundo término, a quienes los secundaron: Barbie Martínez y a los integrantes de Escalandrum.

A todos ellos, gracias por mantener viva la melodía que nos gusta y brinda placer al público, que, en esta lenta vuelta a la normalidad, se está volcando nuevamente a llenar los espectáculos de la escena del jazz en Buenos Aires, con los debidos protocolos. El voto para ustedes es un mimo muy merecido.

También, gracias a los clubes de jazz, por bancarse este terrible huracán de más de un año y medio y cobijar a los artistas del medio local sin cerrar sus puertas, pese a todo. En particular, a Aldo Graziani y a Karina Nisinman por facilitarnos el bello escenario de Aldo’s en Palermo para realizar la ceremonia de premiación en un domingo gris que despidió al invierno y que se iluminó ante la alegría de los premiados por el diploma y el vino aportados por 4D, la generosa productora que hace posible que Jazz & Cash luzca tan bien en la web y en las redes; en particular, a Luciano Datsira, por atajar todos los penales que le tiro por día. Y, por supuesto, a mi estimada amiga Florencia Martínez, que sacó las bellas fotos de la ceremonia.

Pero, sobre todo, gracias a los músicos del jazz en general -a los más reconocidos y a quienes están más lejos de las luminarias- por crear, sentir y hacernos disfrutar de esta música que amamos, el jazz en la Argentina.

Muchas gracias.

Martín Kanenguiser

Créditos de fotos: Florencia Martínez